Técnico Especialista en Laboratorio (TEL). Diplomado
en Periodismo y Gestión Pública; publicista, deportista, poeta y comunicador
social. Actualmente cursa estudios de Ing. Ambiental en la Universidad Privada
del Norte-Cajamarca. Es Director de “Tembladera Destino Turístico”, Fundador de
“Cruzada de Solidaridad Tembladera” y Administrador del Grupo Poético “Amantes
del verso”.
Participa en eventos culturales Nacionales e
internacionales. Difusor del patrimonio
cultural de su país y de sus “Raíces”. Dentro de sus publicaciones encontramos una
gran colección de poemas, además de reportajes, radiofónicos, apuntes del
patrimonio cultural y crónicas.
EL GRITO DE UN CUPISNIQUE
Los rayos furiosos del sol,
formaron titanes andinos,
la chaquitaqlla endureció rígidamente sus manos
y en surcos colgantes sembraron
sus sueños.
¡Ahí, nació la voluntad del buen
hombre!
¡Ahí, creció el fruto que
saciaba el hambre!
¡Ahí, Los Cupisniques formaron
su imperio!
En el valle serpentino
cosechaban libremente los Frijoles,
los Pallares, las Calabazas, los
Zapallos
las exquisitas Guabas y las
dulces Guayabas.
Los zapotales y bichayales
herencia milenaria
en inventario poco han quedado.
Entre el surco del maizal crece
la hierba benéfica del buey
entre lagunas pequeñas los
arrozales de grano dorado,
grano que el patrón, del plato
del pobre ha robado
para agigantar sus enrocados
castillos
y sentirse el todopoderoso con
unos centavos.
¡Qué impotencia da, ver a mi
hermano castigado!
Mientras las manecillas de un
reloj van girando,
las horas pierden la esperanza de la buena voluntad,
de la que poco queda, y lo poco
que aún queda
se enterca en quién dice
sentirse tu dueño y tu amo.
Pero más pena me da, cuando veo
al patrón, ser castigado
por la fuerza Divina, que en
forma de plaga azota la siembra.
Los granos que robaron del plato
del pobre
se han convertido en pencas
punzantes…
-¡Dios mío, por qué me has
castigado!-
¡Plegaria hipócrita de un triste
monetario!
Ahora, nada ha cambiado, los que
nos gobiernan
llenan sus arcaicos castillos
con monedas y propiedades
arrancadas de los que menos
tienen (los pobres),
y el pobre, el que muerde el
polvo ante la indiferencia
sigue siendo pobre, ¡pobre! sin
oportunidad a nada.
¡Aquí, han intentado comprar
honra y conciencia!
¡Aquí, han intentado extirpar tu
libertad y tu memoria!...
…y no han podido.
Han debilitado nuestra raza,
nuestra sociedad.
Han ceñido tu conocimiento entre
sus líneas umbrosas.
Han minimizado la voluntad
humana con migajas.
Han destruido nuestra raza.
Nuestra herencia genética
ha sido mancillada, ha sido
pisoteada,
¡está putrefacta! –Culposa la
ambición –.
¡Aquí, ha sollozado un niño y ha
gritado un hombre!
¡Aquí, se han cocido tristezas
para la cena!
¡Aquí, han enmudecido, han
llorado!...
…Y han sobrevivido.
Aquí, se escucha rasgarse el grito
de un Cupisnique
porque no es justo perder
nuestro linaje moral.
No debemos doblegarnos en las
curtiembres malévolas
de aquellos que estropean los
grandes designios
donde nacieron, vivieron y
soñaron nuestros ancestros.
Poemario: Sueños y raíces… Pies
descalzos y arcillosos.
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